Qué pasa con la construcción de Jeddah Tower, el rascacielos más alto del mundo

Por ahora, el Burj Khalifa sigue siendo el rascacielos más alto del mundo, con sus 828 metros elevándose en Dubái y siendo el lugar elegido para películas y producciones de gran impacto como Misión Imposible. Sin embargo, eso estaría a punto de cambiar. ¿Qué pasa con la construcción de Jeddah Tower?

Con una asombrosa altura de 1.000 metros, el rascacielos de Arabia Saudita de 1.200 millones de dólares se convertiría en el primer edificio de un kilómetro de altura en 2020. Una torre que finalmente superaría al Burj Khalifa y ayudaría a posicionar a Jeddah como una ciudad global a la par de Dubái.

Pero, lamentablemente, hoy la construcción de Jeddah Tower está sin terminar y abandonada a 300 metros de altura con varios interrogantes por delante.

El plan original de la mega estructura indicaba que contaría con 167 pisos de residencias, oficinas y hoteles.

Para Arabia Saudita, concretar la construcción de Jeddah Tower es un tema de estado. Sin embargo, otros proyectos como la ciudad del futuro The Line y otros emprendimientos de NEOM, podrían reemplazar el fracaso del rascacielos en caso de no concretarse.

Pero, hay que hacer una diferenciación entre Jeddah y las construcciones de Neom que están dirigidas por un Fondo de Inversión Pública, un fondo soberano impulsado por el estado que busca diversificar la economía saudita lejos del petróleo. Jeddah Tower es un desarrollo privado.

Uno de los mayores desafíos con el diseño de rascacielos de esta altura son las cargas extremas de viento lateral que enfrentan. Cuanto más alto es un edificio, mayor es su tendencia a querer balancearse hacia su parte superior, y eso es algo que los ingenieros deben abordar para garantizar la seguridad y la comodidad.

Para reducir el movimiento, algunos edificios, como Taipei 101 o 432 Park Avenue, implementan dispositivos pesados masivos llamados amortiguadores de masa sintonizados cerca de sus cumbres que contrarrestan el movimiento oscilante, pero estos pueden ocupar mucho espacio valioso en el piso.

Jeddah Tower también se estrecharía drásticamente hacia su punto máximo, reforzando aún más su resistencia a los fuertes vientos y haciéndola más aerodinámica que un perfil recto de cuatro paredes.

Eso realmente importa porque los vientos se vuelven más fuertes a medida que se sube, y en este sitio, con un edificio de esta altura, no hay otros edificios o estructuras alrededor para interrumpir el flujo de aire.

En el piso 157 estaría el elemento culminante de la torre: una asombrosa plataforma de observación al aire libre que fácilmente se convertiría en la plataforma de observación más alta del mundo.

Uno de los primeros pasos de la construcción son los cimientos. Y para soportar algo tan alto, los ingenieros necesitaban usar mucho concreto. Primero, se perforaron 270 pilotes a 105 metros de profundidad. Luego se colocó encima una losa gigante de hormigón de cinco metros de espesor. Eso se convertiría en la base que distribuye el peso de los 1.000 metros de rascacielos que se elevarán sobre él.

En 2015, dos años después de que comenzara la construcción, el proyecto obtuvo $1.200 millones en financiamiento de un banco saudí y una empresa inmobiliaria.

Para 2017, Jeddah Tower se había elevado 63 pisos sobre el desierto, alrededor de un tercio de su altura final. A pesar de algunos baches en el camino y retrasos menores, parecía que el mundo pronto tendría su próximo edificio más alto. Pero las cosas dieron un giro.

Cuando Mohammad bin Salman se convirtió en príncipe heredero de Arabia Saudita, comenzó una purga anticorrupción, reuniendo a los que se oponían a su liderazgo.

Dos personas involucradas en los eventos incluyeron a los patrocinadores clave de Jeddah Tower: el empresario Prince Alwaleed y Bakr Bin Laden, presidente de la empresa constructora de la torre, Saudi Binladin Group.

Todo eso provocó que el trabajo en la Torre de Jeddah se estancara brevemente.

Los patrocinadores del proyecto finalmente fueron liberados y el trabajo se reinició brevemente, pero luego hubo problemas laborales con un contratista que complicaron aún más las cosas y lo estancaron nuevamente.

Justo cuando la construcción estaba a punto de reiniciarse en 2020 y las obras se detuvieron. Parece que desde entonces la torre ha estado vacía e incompleta.

A pesar de que en el website oficial se mantiene la frase «está pasando», la construcción de Jeddah Tower está detenida. Ojalá, los trabajos puedan retomarse y lograr el título de nuevo rascacielos más alto del mundo.