No es ninguna sorpresa saber que, sea el destino que elijamos, alojarnos en uno de los hoteles de la cadena Shangri-La nos garantizará estar en una de esas propiedades imposibles de olvidar, en donde los servicios y la atención alcanzan estándares perfectos y donde nuestra experiencia será el pleno disfrute.
El tamaño importa
Ubicado en un impresionante predio de 60 mil metros cuadrados de exuberante vegetación, el Shangri-La Singapur, que abrió originalmente sus puertas en 1971, posee 792 habitaciones y suites, distribuidas, en tres sectores completamente diferentes, con once bares y restaurantes.
La icónica Tower Wing tiene 503 cuartos de estilo contemporáneo, completamente renovados.
Mientras que el santuario tropical llamado Garden Wing ofrece la escapada perfecta para familias y viajeros amantes del placer, en sus 158 habitaciones y suites.
En tanto, The Valley Wing posee 131 cuartos elegidos por los amantes del lujo.
La ubicación importa
El hotel está a pocos minutos en auto de la zona céntrica y de la exclusiva área de Marina Bay, en un sector residencial que nos deja ver a la ciudad con otro ritmo, en una vinculación más personal.
El Jardín Botánico de Singapur, una de las principales atracciones, se encuentra a diez minutos caminando. Posee más de 60 hectáreas de parques, incluyendo el National Orchid Garden, una colección de más de 3 mil especies de orquídeas.
El diseño (vaya si) importa
El lobby principal es fantástico. Con techos altos, fuentes, columnas de mármol, lámparas y candelabros gigantes, estatuas, cuadrados e intervenciones artísticas, todo luce increíblemente atractivo.
Las habitaciones, importan
Ya dijimos que el tamaño realmente es importante en Shangri-La, y eso se ve en la distribución y espacios de los cuartos y suites.
Nos alojamos en la Tower Wing con vistas directas de la ciudad.
La habitaciones tienen un look & feel clásico, con telas y maderas oscuras, que se combinan con muebles más claros. Además, los baños de mármol poseen una impactante bañera con los clásicos amenities que son parte del selo de la cadena.
Como cortesía, hay café Nespresso, agua mineral y distintos tipos de té.
El desayuno, realmente importa
El hotel nos propone distintas opciones gastronómicas: platos de origen cantonés, japonés, italianos o locales, por nombrar algunos.
Pero en lo que se sobresale es en su desayuno que se sirve en el restaurante The Line, satisfaciendo todos los gustos y paladares.
La diversidad de opciones es tal, que si la máxima calificación es un diez, con Shangri-La deberíamos hacer una categoría especial.
Los servicios importan
Las instalaciones recreativas y de ocio incluyen un spa, un kinder para niños, un gimnasio 24 horas con equipos de última generación, pequeños shops, y una atractiva (y gigantesca) piscina principal, haciendo que fácilmente, este sea uno de los hoteles calificados entre los mejores del planeta, de forma constante por los viajeros.