REVIEW Spider-Man: No way home: la mejor película de Marvel para ver

“Spider-Man: No way home”, la película de Sony Pictures protagonizada por Tom Holland y correspondiente al Universo Cinematográfico de Marvel, se estrenó en cines. La nueva cinta de El Hombre Araña llegó en medio de especulaciones, rumores y filtraciones sobre el multiverso y la posibilidad de ver a los anteriores Spider-Man, lo que generó una expectativa sin precedentes y por lo que se convirtió en el suceso cinematográfico del año.

Es que no sólo la película cierra esta trilogía de Tom Holland como el superhéroe arácnido, sino que trae de regreso a los villanos de las películas anteriores y cuenta con la participación de Dr. Strange. Pero el gran misterio y la gran expectativa de este estreno, está puesto en la aparición de Tobey Maguire y Andrew Garfield con sus respectivas versiones de Spiderman, y, junto a Holland, poder verlos en acción.

El resultado llevará a la felicidad absoluta a los fanáticos, y convertirán a “Spider-Man: No way home” en el evento cinematográfico del año, en la mejor película de El Hombre Araña, y en la mejor película de la historia de Marvel.

SPOILERS. Por primera vez en la historia cinematográfica de Spider-Man la identidad del héroe de barrio de 17 años es revelada al mundo entero, poniendo en el ojo público su vida y la de sus seres queridos. Las amenazas y caos que persiguen a Spider-Man le cuestan a Peter Parker y sus cómplices MJ y Ned en su entrada en la universidad.

Es que en Nueva York ahora todo el mundo conoce que Spider-Man es Peter Parker después de las revelaciones de Mysterio y quien hasta ayer era un héroe público con una vida privada secreta, hoy se encuentra en todos los medios, siendo acusado de los horrores más temidos, perseguido por la prensa y con la voz del inefable J. Jonah Jameson (J. K. Simmons) agitando a todos en contra de él desde la televisión.

Incapaz de quedarse de brazos cruzados viendo cómo les arrebatan su sueño a sus amigos, desesperado, acude a los servicios de Dr. Strange (Benedict Cumberbatch) para que el Hechicero Supremo apele a la gema del tiempo, y mediante un hechizo haga olvidar a todo el mundo de que El Hombre Araña es Peter Parker.

El Doctor lo ayuda, pero el hechizo sale mal por las dudas y contradicciones del propio Peter y, en tiempos de multiverso, se terminan abriendo los portales que habilitan la llegada de los enemigos históricos como el Doctor Octopus, Electro, Lagarto, el Duende Verde y el Hombre Arena, quienes vienen por Spider-Man, pero se encuentran con que este Hombre Araña no es el que ellos están buscando.

Acción, comedia, drama y emoción

“Spider-Man: No way home” es una película cargada de acción, adrenalina, efectos especiales, donde el ritmo del relato está muy bien planificado, con drama, con el característico tono de comedia donde el humor funciona a la perfección.

Entre la enorme cantidad de acción también hay buenos momentos de diálogo, haciendo una pausa, manteniendo el interés, y confluyendo en una narración que hace de “Spider-Man: No way home”, una película con un marcado tono épico. Pero también construyendo escenas de dolor, tragedia y emoción.

Esa sólida narración está construida a partir de la pericia y eficacia del director Jon Watts, quien no solo logra la espectacularidad visual esperada, sino esos momentos pausados, con los protagonistas dialogando, con los momentos divertidos, con un humor muy logrado y celebrado, con muchos guiños.

Precisamente, esos guiños están destinados para los fanáticos del personaje, el espectador más joven, que llegó a Spider-Man a través de las últimas películas de Universo Cinematográfico de Marvel, o no vieron las primeras entregas con los actores anteriores interpretando al superhéroe.

Pero también apuntando a la nostalgia del público adulto que vivió ese primer Hombre Araña de Sam Raimi con Tobey Maguirre como protagonista en miles de situaciones, que, a través del multiverso, serán fácilmente reconocible durante el relato de “Spider-Man: No way home”.

El momento épico – SPOILERS ALERT!!!

El mayor impacto emocional de la película “Spider-Man: No way home”, y probablemente de toda la saga, es el tan esperado y nunca anunciado oficialmente, regreso de los anteriores Spiderman de Tobey Maguire y Andrew Garfield para generar el delirio de los fans que hace ya un largo tiempo especulaban con esta posibilidad que se fue agigantando con las filtraciones.

Desde ese momento, la emoción se apodera del espectador y la película se hace absolutamente épica, mostrando a los tres Hombre Araña luchando juntos. Se puede ver a un Tobey Maguire con 46 años, lejos de aquel chico de las tres primeras películas, pero manteniendo esa mirada nostálgica y amargada característica.

Mientras que Andrew Garfield, el mejor actor en interpretar a Spiderman, a sus 38, mantiene tanto su frescura como su solvencia para aportar su versión en esta película, junto a un Tom Holland que, con sus 25, sigue interpretando a este adolescente al que le llegó el momento de encontrar la madurez, como actor, pero como.

Es así que, tras las apariciones ya sabidas de Doctor Octopus, Duende Verde, Electro, Hombre de Arena y Lagarto, lo único que faltaba para cumplir el sueño de todo fanático, era ver el regreso, una vez más en la gran pantalla de Maguire y Garfield en sus roles respectivos Peter Parker y Spiderman.

Y sucedió, y fue mágico, y eso termina de hacer enorme a una película que tiene todo, y que la convierte en la mejor película de la historia de Marvel, que llega de la mano de Sony. Y por sobre todo deja al espectador feliz, saliendo de la sala con una sonrisa.

El sólido elenco

Volviendo a Tom Holland, el joven actor continua haciendo crecer a su Spiderman y principalmente a su Peter Parker. Se le ve mucho más cómodo en el personaje, y en “Spider-Man: No way home”, tendrá que vivir situaciones totalmente nuevas para él, muy diferente a lo entregado en las dos películas anteriores, demostrando aquí, estar a la altura de lo que requiere esta interpretación.

Es que el personaje vive una progresión muy clara en esta película, asumiendo varios elementos muy característicos del Hombre Araña, donde no solamente se señala el final de la etapa adolescente del personaje sino también la ira y la tristeza por la pérdida de un ser querido, con un actor manejando un registro por momentos algo más dramático.

Es en esas variantes interpretativas y en la aventura donde Holland y su superhéroe logran alcanzar la madurez. Es que hasta ahora se trataba de un personaje marcado por la adolescencia que no termina de definir quién era más allá de preocuparse siempre por hacer lo que creía justo y apropiado. Pero la progresión narrativa de la película lo lleva a ese asumido crecimiento.

Por su parte Zendaya como MJ también asume un personaje más comprometido, con menos cinismo, más ternura y más cercana al protagonista, funcionando como apoyo a Peter, mostrándose fuerte y decidida. Ned, en cambio, se lo ve algo desdibujado, como el típico amigo fiel y gracioso.

Es muy interesante e importante para el film la presencia de Benedict Cumberbatch como Dr. Strange, mostrándose una vez más fantástico en su personaje, acá asumiendo momentos de humor y comedia, pero con otros pasajes donde asume su personaje y despliega todo su poderío. En relación a Strange, a estar atentos a la segunda escena poscréditos al final de los todos los títulos, (quedarse en la sala hasta el final), donde el Doctor anticipará su próxima película.

Por otra parte, El Doctor Octopus de Alfred Molina, el Duende Verde de Willem Dafoe y Electro de Jamie Foxx, tres actores de gran experiencia y solvencia, que tienen gran presencia en el relato, con sus personajes de otras realidades temporales. Junto a ellos las esperadas y ya mencionadas presencias de Maguire y Garfield.

En definitiva, “Spider-Man: No way home”, es el evento cinematográfico del año, donde nada se le puede comparar. Por la expectativa, por el misterio y las filtraciones y por el resultado. Una película con un marcado tono épico, que, entre la acción, el drama, la comedia, los guiños y la emoción, significa una verdadera fiesta visual para el público y convirtiéndose en la mejor película de Marvel en su historia.