Reinaugura el hotel Humboldt, con la mejor vista de Caracas

El hotel Humboldt Caracas, ubicado a más de 2.100 metros de altura sobre el nivel del mar entre los límites del Parque Nacional Waraira Repano, supuso un reto de construcción a mediados del Siglo XX.

Se inauguró en 1956 bajo la gestión del entonces presidente Marcos Pérez Jiménez, abriendo sus puertas al público en abril de 1957.

El proyecto completo contemplaba, además del hotel, la construcción de un teleférico con la idea de unir a Caracas con el Litoral Central por medio de un complejo turístico y recreativo.

Diversas publicaciones que se han hecho acerca de esta monumental infraestructura, refieren que el sistema del primer teleférico consistía en seis torres de 35 metros de altura, que sujetaban algo más de seis kilómetros de guayas para un recorrido de 3.350 metros.

Constaba en total de ocho cabinas para pasajeros, de color rojo, con capacidad de 24 personas cada una; una cabina presidencial, pintada de color verde oscuro y con el escudo nacional en su puerta; y una cabina ambulancia, de color blanco identificada con una cruz verde.

Adicionalmente, se construyó un pequeño funicular que conectaba la estación Ávila del teleférico con la puerta principal del hotel, en un recorrido de 600 metros, preparado para transportar a los turistas y sus equipajes con toda comodidad.

El hotel Humboldt tiene una forma cilíndrica que mide casi 60 metros de altura.

Cuenta con 70 habitaciones, distribuidas en un total de 14 pisos, cinco por cada uno, así como un restaurante para banquetes especiales. En la última planta está situado un bar mirador que ofrece una vista de 360º hacia el Litoral Central y hacia el valle interior de Caracas.

El cuerpo bajo del hotel incluye las áreas sociales y de servicio, además del lobby, un bar, una discoteca con pista de baile giratoria, un comedor principal, una cocina principal, una piscina cubierta con calefacción –la primera de este tipo que se construyó en el país-, un restaurante que sirve a la piscina, un restaurante en la mezzanina, tiendas de souvenirs, una peluquería y una barbería.

Sin embargo, a pesar de sus propuestas, el hotel cerró sus puertas en la década del 70, y desde hace algunos años comenzó un largo proceso de restauración, que se -espera- esté concluido durante este año.

El gobierno venezolano, que se encuentra a cargo de las obras, dijo que planea que sea el primer hotel siete estrellas del país.