Siguen los problemas de Boeing tras el último incidente con el 737-Max

2024 es otro año complejo para el fabricante de aviación estadounidense, porque siguen los problemas de Boeing tras el último incidente de Alaska Airlines. Y después de tomar medidas decisivas para dejar en tierra 171 aviones 737-9 MAX, la Administración Federal de Aviación (FAA) ahora está investigando las prácticas de fabricación y las líneas de producción de Boeing, incluidas aquellas que involucran al subcontratista Spirit AeroSystems.

El viernes 12 de enero, la FAA anunció los requisitos para un riguroso proceso de inspección y mantenimiento como un paso nuevo y necesario antes de que se contemple cualquier paso adicional en el proceso para volver a poner en servicio los Boeing 737-9 MAX.

Las primeras 40 inspecciones que forman parte de ese proceso ya están completas y la FAA revisará minuciosamente los datos de ellas. Todos los aviones 737-9 MAX con tapones en las puertas permanecerán en tierra en espera de la revisión y aprobación final por parte de la Administración Federal.

Una vez que la FAA apruebe los procesos de inspecciones y mantenimiento, permitirán que el 737-9 vuelva a volar. El organismo dijo que «la seguridad del público y no la velocidad, determinarán el cronograma para devolver estos aviones al servicio» que está afectando principalmente a las aerolíneas United Airlines, Copa Airlines y Alaska Airlines.

Paralelamente, la Administración está apoyando la investigación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte sobre lo ocurrido con el vuelo 1282 de Alaska Airlines.

De esta forma, siguen los problemas de Boeing, que desde los últimos accidentes de 2018 y 2019 no logra recuperarse, con una continua serie de reportes negativos, incluyendo atrasos en la fabricación y entrega de los Boeing 777X, como así también de los nuevos aviones presidenciales Air Force One.

Las fallas en el software de los 737-8 MAX hicieron que esos modelos también estuvieran en tierra durante mucho tiempo.