El barco de carga con velas más grande del mundo ahora con viajes para turistas

Las opciones para los turistas vienen incrementándose continuamente. Desde aviones supersónicos que pronto verán la luz, a propuestas que buscan cuidar el medio ambiente. Y ahora, el barco de carga con velas más grande del mundo, Artemis, empezó a ofrecer viajes para pasajeros que buscan una experiencia distintas.

Con mástiles de carbono de 52 metros de altura y una impresionante superficie de velas de 2.100 metros cuadrados, este barco viaja a una velocidad promedio de 11 nudos, pudiendo alcanzar hasta 17 nudos cuando los vientos son favorables. En comparación, un barco portacontenedores con motor viaja a una velocidad promedio de aproximadamente 14 nudos.

Aunque están equipados con un motor diésel de respaldo para maniobrar en los puertos, la compañía TransOceanic Wind Transport (TOWT) estima que sus barcos reducen las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en más del 90% en comparación con los barcos de carga que utilizan combustibles fósiles.

Cada barco tendrá hasta seis cabinas dobles disponibles para los pasajeros, que compartirán la travesía con unos siete tripulantes, mientras que cientos de palets de mercancía se almacenan en las bodegas. TOWT planea establecer un servicio regular en sus dos barcos operativos, Anemos y Artemis, a partir de marzo, ofreciendo viajes entre Francia, Estados Unidos, Colombia, Brasil y las islas del Caribe, como Guadalupe. La empresa tiene otros seis barcos en construcción y espera ofrecer salidas semanales con su flota para 2027.

¿Cómo es el servicio en el barco de carga más grande del mundo para los pasajeros?

Las cabinas son sencillas: una habitación con paneles de madera, literas o camas individuales, un escritorio, un armario y una ventana ojo de buey. Si bien hay una área común con estanterías llenas de clásicos franceses y otros libros, las opciones de entretenimiento son limitadas. Los pasajeros pueden disfrutar de yoga en la cubierta o talleres impartidos por la tripulación, como nudos marinos o navegación astronómica.

Sin embargo, la travesía ofrece la oportunidad de relajarse, leer, escribir un diario, observar la fauna marina desde la cubierta y convivir con la tripulación. La comida a bordo es de buena calidad, incluyendo pescado fresco, y la conexión a internet es confiable, lo que permite a los pasajeros trabajar remotamente desde el barco.

Para el viaje de Francia a Nueva York, TOWT cobra actualmente 2.550 euros, lo que equivale a alrededor de 150 euros por día. El precio incluye alojamiento, comidas e internet, sin límite de equipaje, lo que representa una ventaja sobre el transporte aéreo. No obstante, los viajeros deben contar con tiempo y flexibilidad: los trayectos pueden variar entre 15 y 20 días desde Francia a Nueva York, mientras que los viajes a Brasil o Guadalupe pueden durar hasta 25 días. Además, las fechas exactas de salida y llegada dependen de las condiciones climáticas.