Porto de Galinhas, ubicada en el nordeste de Brasil, es una de las ciudades que más turistas atrae en el país, tanto en temporada alta como en los meses de invierno. Esta circunstancia se debe a los encantos naturales de la región: un clima estivo que dura los 365 días del año, piscinas naturales que se forman a metros de la costa y una fauna y flora autóctona que sorprende por su variedad y belleza.
Uno de los árboles característicos de la zona es el baobab, conocido mundialmente por su aparición en El Principito de Antoine de Saint-Exupéry.
El baobab se desarrolla en zonas de clima árido y puede llegar a alcanzar los 6 mil años de edad. Utilizado en cultos religiosos afrobrasileños, el árbol es considerado sagrado y su tala está prohibida.
Porto de Galinhas es conocida por albergar un famoso baobab. Se trata de un árbol de 4,5 metros de diámetro en su tronco y más de 400 años de vida.
El ejemplar se encuentra en Rua do Colégio, en el distrito de Nossa Senhora do Ó, a diez kilómetros de la ciudad. El mismo se convirtió en un curioso atractivo turístico.
El tronco es tan ancho que a veces se necesitan más de 20 personas para cercarlo.
A parte de maravillar con su gran belleza, los baobabs proveen alimento, agua y materia prima para ropa y medicamentos. El gigantesco tallo puede almacenar hasta 120 mil litros de líquido. Las hojas, la corteza y los frutos se utilizan desde hace muchos años para la alimentación y medicina popular africana. La pulpa del fruto, por ejemplo, se aplica como antitérmico, analgésico y antiinflamatorio.