Así será la renovación de Penn Station en Nueva York: imágenes

Los estudios de arquitectura HOK y PAU (Practice for Architecture and Urbanism) presentaron las imágenes de los planes de renovación de Penn Station, la histórica estación de trenes y subterráneos de Nueva York.

La revitalización del centro de tránsito, en la que están trabajando los estudios incluye una nueva entrada en la Octava Avenida y una renovación de las estructuras existentes.

La idea es renovar las estructuras existentes sin la destrucción o adición a la infraestructura circundante.

Mientras que otros proyectos vieron el agregar nuevos edificios y la eliminación del famoso estadio Madison Square Garden, la nueva propuesta de renovación de Penn Station adopta un enfoque más moderado.

Penn Station está ubicada directamente debajo del Madison Square Garden, y los planes ven el frente del estadio envuelto en una fachada de piedra que refleja a la de Moynihan Train Hall al otro lado de la calle.

Para resolver las rutas de salida oscuras y laberínticas de la configuración actual, los estudios de arquitectura optaron por instalar una caja de cristal junto al Madison Square Garden que serviría como salida para el 70 por ciento de los pasajeros que salen de la estación.

El plan verá aumentar el número de escaleras, ascensores y escaleras mecánicas de 91 a 120, con acceso a las 21 vías de la estación.

La renovación de Penn Station ofrecerá techos de vidrio y tragaluces para iluminar las áreas inferiores del lugar, que en su mayoría es subterráneo.

Los costos de la propuesta se estiman actualmente en alrededor de US$ 6 mil millones y, si se aprueba, tomaría seis años para ejecutarse.

El nuevo plan sigue a décadas de retrasos. A finales de junio, el diario el New York Times informó que la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, había despedido del proyecto al socio de desarrollo Vornado Realty Trust desde hace mucho tiempo, rechazando los planes para el desarrollo de una torre de oficinas en el proceso.

Las revisiones políticas y ambientales estancaron durante mucho tiempo el proceso para el centro de tránsito ferroviario más concurrido del país, ya que una variedad de intereses, incluida la compañía ferroviaria Amtrak, así como los gobiernos municipales y estatales en Nueva York y Nueva Jersey, tienen intereses en juego en el futuro del proyecto.