Qué hacer en un viaje por Berna, la capital de Suiza

Ser la capital de Suiza la pone en un lugar de privilegio. Pero esta ciudad tiene mucho para ofrecer. Por eso, en #Conocedores repasamos qué hacer en un viaje por Berna.

Su casco antiguo es Patrimonio Mundial de la Unesco, contando con seis kilómetros de arcadas, las así llamadas «Lauben», uno de los paseos de compras más largos y protegidos contra la intemperie de Europa.

Con sus numerosas fuentes, fachadas de arenisca, callejones y torres históricas, la ciudad ofrece un aire medieval singular.

La vista más bella al casco antiguo a orillas del río Aar se disfruta desde el Rosengarten (jardín de rosas) encima del BärenPark (parque de osos) o bien desde la plataforma de la catedral de 101 metros de altura.

Los antiguos fuertes y bastiones se hallan a gran altura encima del río. Los boutiques, bares y teatros de cabaré del casco antiguo, en parte en las bóvedas de sótanos así como los pequeños cafés callejeros atraen tanto a los habitantes de la ciudad como también a los turistas. A pesar del excelente sistema de transportes públicos, conviene explorar a pie el centro de Berna.

La casa de Albert Einstein es testimonio de la estadía del físico a principios del siglo XX en Berna, pudiendo ser combinada con una visita al museo de dedicado al científico.

Berna es sede del gobierno de Suiza. A solo pocos pasos de la estación principal de ferrocarril se halla el edificio impresionante del «Bundeshaus». Por lo general, las puertas del edificio del parlamento están abiertos para visitantes y con un poco de suerte uno puede encontrar a uno de los miembros del gobierno en los callejones de la ciudad.

En verano, quienes disfrutan del agua, podrán aprovechar del río para nadar. Asimismo en las orillas del río se halla el jardín botánico, el zoológico Dählhölzli y el antiguo barro de la ciudad Matte. Berna y el oso, su animal heráldico, están estrechamente vinculados. En una visita a la ciudad debe visitar imprescindiblemente el BärenPark (parque de osos), el espacio vital de una familia de osos.

La ciudad también es la puerta a los Alpes, en el centro de Suiza. La capital es accesible fácilmente en coche o en avión vía el aeropuerto de Bern-Belp, contando con enlaces de autobús directamente hasta el centro de la city. Y quien prefiere viajar en tren podrá beneficiarse de la extensa red ferroviaria que garantiza enlaces directos a las importantes ciudades europeas.