Piscina, pileta, alberca, swimming pool, llamémosla como queramos. Son deseadas, divertidas y perfectas para el verano, y si son privadas mucho mejor.
No todos tenemos la suerte de tener nuestra propia piscina privada, pero ¿por qué no alquilar una?
Esa es la idea de Swimply, un sitio que funciona similar a Airbnb, pero que está dedicado a la renta de piscinas.
El funcionamiento es simple: se elige el destino, se muestran las piscinas disponibles y luego el precio por hora, que puede variar si es día de semana o fin de semana.
Definimos la fecha y el horario y la piscina es nuestra (por ese momento).
La propuesta parece ideal para reuniones con amigos o festejos y aunque se desconoce cuán exitoso sea hasta ahora, su crecimiento en popularidad podría ser una buena razón para tenerlo en cuenta.
Por el momento funciona en Estados Unidos y podemos conocer más aquí.