¿Cuáles son las leyes o reglas de la robótica creadas por Isaac Asimov?

En 1942, el escritor Isaac Asimov introdujo en su cuento corto «Runaround» uno de los conceptos que marcarían a muchos de sus libros (y a decenas de escritores): las leyes o reglas de la robótica. Las mismas fueron pensadas para que los robots pudieran interactuar con los humanos y que la Humanidad no les tuviera miedo.

Originalmente las Tres Leyes de la Robótica fueron pensadas de esta forma:

1. Un robot no puede dañar a un ser humano o, por su inacción, permitir que un ser humano sufra daños.

2. Un robot debe obedecer las órdenes que le dan los seres humanos, excepto cuando esas órden entre en conflicto con la Primera Ley.

3. Un robot debe protegerse, siempre que dicha protección no entre en conflicto ni con la Primera ni con la Segunda Ley.

Sin embargo, con el paso de los años se agregó una nueva ley, la llamada Ley Cero, que surgió formalmente en el libro Robots e Imperio.

Allí, uno de los dos robots protagonistas R. Giskard Reventlov, tenía la capacidad de leer la mente de las personas, lo que hizo que entrara en conflicto y terminara cediendo «sus poderes» al robot R. Daneel Olivaw, quien fuera luego el gran héroe de la Serie de la Fundación y formara parte central en los libros de Asimov, bajo distintos nombres.

La Ley Cero (o Zeroth) se ubicaba por encima de la Primera Ley, modificando al resto de las reglas: «Un robot no puede dañar a la Humanidad o, por su inacción, permitir que la Humanidad sufra daños».

Por tal motivo, el personaje de Daneel Olivaw, también conocido como Eto Demerzel o Chetter Hummin, en distintos materiales de Asimov, es una de las piezas centrales para mantener la paz y el orden posible en la historia de la Humanidad.

Conocer las leyes de la robótica resulta clave para entender también algunos conceptos que se verán en la serie Fundación en Apple TV Plus.