París, como la mayoría de las urbes del planeta, tienen que enfrentarse con un problema de comportamiento y vandalismo: las personas que utilizan postes, paredes o árboles como si fueran baños públicos.
De hecho, en la capital de Francia, todos los días un número importante de trabajadores deben lavar unos 1.800 kilómetros cuadrados de acera en un intento por combatir los olores y frenar los efectos perjudiciales de la micción.
Pero ahora, la ciudad parece haber encontrado la solución con el Uritrottoir.
Según informaron sitios como el New York Times o Curbed.com, el nombre de este moderno cubo de flores se traduce en «urinario de pavimento», y los funcionarios parisinos esperan que sea la respuesta.
Creado por el diseñador industrial Laurent Lebot del estudio Faltazi, el artefacto es esencialmente un par de cajas apiladas. La caja roja superior tiene un sembrador y una especie de conducto ancho a través de la cual la persona puede hacer pis. Dentro, contiene un sistema que combate los olores y que seca el líquido.
Hay dos versiones del aparato. Una más pequeña que resiste hasta 300 “expulsiones”, mientras que uno más grande puede contener hasta 600.
Cuando está lleno, un sensor conectado a Internet alerta para intercambiar el compartimiento inferior, trayendo su contenido fuera de la ciudad para el compostaje.
El compost resultante puede entonces ser utilizado como fertilizante para jardines públicos, parques, y hasta para las flores que crecen en el plantador en la parte superior del aparato.
París está actualmente probando dos de estos urinarios, comprados por unos 9.730 dólares en total, fuera de la estación de tren Gare de Lyon.