En una época en la que todo es inteligente e interconectado, quizás una de las pocas cosas que faltaban que se conviertan en digitales eran las patentes de nuestros autos.
La ciudad de Dubái, que se caracteriza por estar varios años por adelantado en construcción, infraestructura, entretenimiento y otras áreas, ahora está probando un sistema que reemplazará las placas de metal tradicionales de las patentes por pantallas digitales, que tendrán además un GPS y otros equipos transmisores.
La idea es que las patentes tengan un uso aún mayor, como por ejemplo, solicitar respuesta médica después de un accidente, o, si el coche es robado que su dueño pueda activar una función para que la identificación de la misma indique el hecho y pueda ser rápidamente detectado por las fuerzas de seguridad.
También se busca que la patente esté interconectada con las de otros vehículos para alertar sobre situaciones en el tránsito.
A principios de este año, California también dio un paso en ese sentido en una prueba piloto.
El objetivo también es maximizar la eficiencia en los trámites y evitar la burocracia en los trámites.
Una propuesta para imitar.