Un equipo de científicos de distintos países, utilizando datos realizados del telescopio espacial Kepler de la NASA, descubrió un exoplaneta del tamaño de la Tierra que órbita en la zona habitable de su estrella, que podría ser rocoso y soportar agua líquida.
Los científicos descubrieron este planeta, llamado Kepler-1649c, al examinar las antiguas observaciones del telescopio Kepler, que dejó de operar en 2018.
De todos los exoplanetas encontrados por Kepler, este mundo distante, ubicado a 300 años luz de la Tierra, es más similar al tamaño y la temperatura estimada de la Tierra.
Este mundo recientemente revelado es solo 1.06 veces más grande que nuestro propio planeta. Además, la cantidad de luz estelar que recibe de su estrella anfitriona es el 75% de la cantidad de luz que recibe la Tierra del Sol, lo que significa que la temperatura del exoplaneta también puede ser similar a la de nuestro planeta.
Pero a diferencia de la Tierra, orbita una enana roja. Este tipo de estrella es conocida por los brotes estelares que pueden hacer que el entorno de un planeta sea un desafío para cualquier vida potencial.
«Este mundo intrigante y distante nos da una esperanza aún mayor de que una segunda Tierra se encuentre entre las estrellas, esperando ser encontrada. Los datos recopilados por misiones como Kepler continuará produciendo descubrimientos sorprendentes a medida que la comunidad científica refina sus habilidades para buscar planetas», dijo uno de los científicos.
Todavía hay mucho que se desconoce sobre Kepler-1649c, incluida su atmósfera, que podría afectar la temperatura del planeta. Los cálculos actuales del tamaño del planeta tienen márgenes de error significativos, al igual que todos los valores en astronomía cuando se estudian objetos tan lejanos.
Los planetas rocosos que orbitan enanas rojas son de particular interés astrobiológico. Sin embargo, los astrobiólogos necesitarán mucha más información sobre este planeta para determinar si es prometedor para la vida tal como la conocemos. Pero según lo que se sabe, Kepler-1649c es especialmente intrigante para los científicos que buscan mundos con condiciones potencialmente habitables.
Kepler-1649c orbita su pequeña estrella enana roja tan de cerca que un año equivale a solo 19.5 días terrestres.