En la búsqueda por convertirse en el aeropuerto más grande de África, la capital de Etiopía, Adís Abeba, inauguró la semana pasada su nueva terminal de pasajeros que triplica el tamaño actual de la estación aérea.
El objetivo es que maneje un flujo de 22 millones de viajeros por año, un crecimiento importante teniendo en cuenta que actualmente maneja un promedio de 7 millones.
La aerolínea estatal Ethiopian Airlines también abrió el hotel más grande de la capital en un intento por impulsar su incursión en el sector de la hospitalidad y anunció planes para ofrecer tours gratuitos en la ciudad para pasajeros que transitan por más de 6 a 8 horas mientras intenta aumentar su estatus como el principal centro internacional de África.
La nueva premisa creó una revolución en el continente, con informes que indican que Bole era ahora el aeropuerto más grande de África. Sin embargo, esa distinción todavía la tiene la estación de Johannesburgo, que es el aeropuerto más grande y más ocupado de África, que recibe a más de 21 millones de personas anualmente con capacidad para procesar hasta 28 millones.
De todas formas, Etiopía está ganando la batalla para convertirse en el centro de aviación en África, gracias al rápido crecimiento de Ethiopian Airlines. El año pasado, Adís Abeba superó a Dubái como el mayor centro de transporte aéreo entre África y el resto del mundo. Y con una flota operativa de 111 aviones que vuelan a más de 119 destinos, la aerolínea creció hasta convertirse en la aerolínea más grande de África por ingresos y ganancias.